Familiares Toman Acción Heroica para Mantener Unidas a las Familias

27 Nov Familiares Toman Acción Heroica para Mantener Unidas a las Familias

Maria holds her neice

Maria Ortega, con su nieta Soleil dormida en brazos, es una de los miles de parientes guardianes en el Sur de Los Angeles, que están criando a los hijos de sus familiares.

Por Fermín Vásquez

Empujando una carriola por la calle, María Ortega parece una buena abuela paseando con su nieta. Sin embargo, ella viene de regreso de Families Helping Families, un programa auspiciado por Community Coalition que presta servicios de apoyo a los parientes que están criando a niños que ya no viven con sus padres.

Tras criar cinco hijos propios, a los 57 años Ortega nunca pensó que estaría criando a Soleil, de 22 meses.

“Mi hermano conoció a una americana en Mexicali, pero la madre se volvió adicta a las drogas y el alcohol y ya no pudo cuidar a su propia hija,” explicó. “Mi hermano me dijo que él no podía cuidar a la bebé, y que yo me hiciera cargo”.

Para darle un futuro mejor a Soleil, Ortega salió de Mexicali y emigro a los Estados Unidos, y ahora vive en el Sur de Los Ángeles. Ella extraña a su familia en México y desearía estar con su esposo en Mexicali, donde vivían humildes pero felices como jubilados.

A cualquier edad es difícil cuidar de un bebé, pero para una persona que se acerca a los 60 años el estrés puede afectar mucho a la salud. Hace poco Ortega pasó todo el día en una clínica local para hacer una cita por un dolor en el corazón. Pero ella seguirá luchando.

“Yo le voy a dar a ella todo mi amor y cariño, hasta el día que ya no pueda”, dijo Ortega.

La Guerra a las Drogas

Los arreglos entre familiares como el de Soleil han aumentado desde los años 1980s. Por lo menos 2.5 millones de niños viven con parientes sin presencia de sus padres, según un informe en el 2011 de la organización nacional Generations United.

Muchos de estos arreglos son informales entre familiares, pero la práctica de dejar niños al cuidado de parientes también se ha vuelto común dentro del sistema de bienestar para niños. Hoy en el condado de Los Ángeles, más del 50% de los niños removidos de sus hogares por el Estado debido al abuso o negligencia quedan al cuidado de familiares.

La epidemia de la droga crack en los años 1980 junto con la penalización del abuso de drogas tuvieron un efecto devastador en la vida de individuos y de las familias, dijo la Dra. Cheryl Grills, profesora de psicología en Loyola Marymount University. Aunque la mayoría de las epidemias de drogas anteriores se limitaron a los hombres, la cocaína crack fue la primera droga que usaron ampliamente hombres y mujeres, senaló Grills.

La guerra a las drogas cambió la percepción de la adicción de ser un problema médico, a ser un problema penal, y esto golpeó principalmente a las comunidades de color. Como resultado de esto, más adultos fueron encarcelados y más niños terminaron en manos del Estado. Para fines de la década de los 90, mas de 52 mil menores estaban bajo la custodia del Estado en el Condado de Los Angeles.

“Los que sufren mas en la guer ra a las drogas son los niños”, dijo Marqueece Harris-Dawson, Presidente y Director Ejecutivo de Community Coalition. “Los niños que viven con parientes se volvió algo normal. Estos parientes son la red de seguridad que mantiene unida a muchas familias a pesar de los momentos difíciles, y ha salvado a miles de niños de ser llevados por el estado”.

Familia es Familia

Esto es ilustrado por Lanesha Williams, de 24 años. Cuando Williams tenía 5 años, su madre Gretchen se volvió adicta a las drogas y el estado le quitó sus hijos. Todos los niños fueron ubicados en diferentes hogares grupales.

Wanda Enix, la tía abuela de Williams, cuenta la historia: “Yo recibí una llamada de mi marido diciendome que el gobierno se iba llevar a los niños de Gretchen, y me preguntó qué debíamos hacer. Le dije que le hiciera caso a su corazón, y cuando regresé a casa, teníamos cuatro niños”.

Williams, quien tiene un tatuaje con las iniciales de su tía y su tío en el pie, dijo que fue una “bendición”. “Ellos fueron mis guías”.

Enix, quien ya había criado a tres niños propios, se acuerda que “yo trabajaba con Pacific Bell y era responsable por 47 empleados. Pero nosotros estábamos decididos que los niños tenían que quedarse con la familia, porque nunca los quise ver desamparados ni durmiendo bajo algún puente”.

No fue fácil, pero todos los niños se graduaron de la preparatoria y todos tienen empleo, dijo Enix con mucho orgullo.

Con el pasar de los años, Enix se ha vuelto promotora para ayudar a otras familias a conocer sus derechos y conectarlas con servicios, que puede ser muy difícil en un sistema enfocado en las agencias de familias de crianza.

Para Williams, poder quedarse con su familia le quitó el sentimiento de culpa y la vergüenza de no poder estar con su madre. “Tuve una experiencia relativamente normal, aunque mis padres nunca me apoyaron. La familia es familia”, dijo ella.

Vásquez es especialista en comunicaciones en Community Coalition.

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