Haciendo un nuevo hogar en el Sur de Los Angeles

19 Aug Haciendo un nuevo hogar en el Sur de Los Angeles

Los retos y desafios que viven los inmigrantes
Por Shara Stewart

El Sur de Los Ángeles es el hogar de muchas personas de todo el país y el mundo. Le pedimos a algunos residentes que compartan sus experiencias como inmigrantes en el Sur de Los Ángeles.

Alberto Rivas*, 30
“Yo llegué a los Estados Unidos [de México] cuando tenía ocho años, y me siento dichoso de haber encontrado lugares en Los Ángeles que se sienten como si fueran mi casa. Cuando llegué era niño y no hablaba muy bien el inglés, me vestía diferente, hasta tenía el pelo diferente, y me sentí marginado al asistir a una escuela privada. Pero luego uno llega a un lugar como el Sur de Los Ángeles, y encuentra personas que se parecen a uno. Esa es la fortaleza del Sur de Los Ángeles, que todos convivimos aquí – mexicanos, centroamericanos, afroamericanos”.

Carol Blackwell, 40 y tanto
“Yo llegué aquí cuando estaba embarazada con mi hija en 1986. Llegué de un país del tercer mundo [Jamaica], y entonces esperaba encontrar todas las ventajas y oportunidades a los cuales antes no tenía acceso. Para mí, el emigrar aquí fue un enorme choque cultural. El Sur de Los Ángeles es un lugar donde viven diferentes tipos de personas. He vivido aquí durante casi veinticinco años, pero no empecé a ver el Sur de Los Angeles como mi hogar hasta que me uní a la iglesia donde encontré una nueva familia y encontré amigos y restaurantes que me recuerdan de mis orígenes”.

Juvencio Gómez, 28
“Mi padre llegó aquí antes que nosotros. Él trabajó duramente para ganar el dinero necesario para traer a mi familia. Yo tenía cinco años cuando llegamos [al Sur de Los Ángeles] y primero vivimos en un apartamento de sólo un cuarto con cuatro familias más. Con el tiempo, él pudo ganar lo suficiente para que nos trasladáramos a un apartamento de un dormitorio propio, que nos parecía un paraíso. Yo quería superarme en la escuela para ayudar a mi padre, y también para servir como un ejemplo para mis hermanos. Me fue bien, lo suficiente para poder entrar a la universidad, pero yo era un inmigrante indocumentado, entonces ¿cómo podía asistir? Todavía tengo deseos de terminar mis estudios, y de recibirme como arquitecto. He trabajado mucho en la construcción, pero no quiero ser un obrero. Quiero algo diferente, algo más”.

Marissa Escobar*, 17
“Yo tenía apenas seis meses cuando llegó aquí mi familia de México. Tantas personas del Sur de Los Ángeles han vivido diferentes retos y a mí me inspiran las personas que lograron ir a la universidad y regresaron al Sur de Los Angeles. Como inmigrante indocumentada, tuve que trabajar más duro y conseguir mejores notas que mis amigos para tener alguna posibilidad de ir a la universidad. Si uno realmente desea algo, lo puede lograr. Yo soy un ejemplo, este otoño voy a asistir a la universidad, y soy la primera en mi familia que ha logrado eso”.

*Se han cambiado los nombres para proteger sus identidades.

Shara Stewart es una estudiante haciendo una práctica en comunicaciones en Community Coalition.

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