Torn Apart: Ayuda para familias destrozadas por las deportaciones

04 Apr Torn Apart: Ayuda para familias destrozadas por las deportaciones

Por las Congresistas Karen Bass y Lucille Roybal-Allard 

Los miembros de Community Coalition se reúnen en apoyo a la reforma migratoria.

A medida que el Congreso se fija en una reforma migratoria integral, debemos tener cuidado de no desatender uno de los problemas que causa más angustia dentro del sistema roto actual; que le sucede a los niños cuando sus padres o tutores son deportados.

Actualmente, según el informe titulado “Familias Destrozadas,” escrito por el Centro de Investigación Aplicada (Applied Research Center), por lo menos 5.000 menores, hijos de inmigrantes, viven en cuidado de crianza debido a que sus padres fueron detenidos o deportados. Si la tendencia actual continúa, el centro calcula que 15.000 menores más, durante los próximos cinco años, serán arrebatados de sus padres por consecuencia de las deportaciones.

Después de ser arrestados, los agentes que ejecutan las leyes frecuentemente prohíben que los padres inmigrantes tengan la oportunidad de formalizar adecuadamente el cuidado de sus hijos. Los niños pueden llegar a su casa de la escuela sólo para enterarse que sus padres ya no están.

Cuando un menor entra al sistema de cuidado de crianza, los padres detenidos a menudo tienen muy poco que aportar, debido a que las audiencias y diligencias que determinan dichos acuerdos, se llevan acabo muy lejos de los centros de detención donde los inmigran- tes están bajo custodia. En cuanto a los padres que han sido detenidos o deportados y los trabajadores sociales que le informan a las autoridades, es muy difícil que los niños se mantengan en contacto con ellos.

Todos estos factores aumentan las posibilidades de que se rescinda la patria potestad indebidamente, ocasionando la separación permanente de las familia.

Aún cuando los padres detenidos quedan en libertad y se les permite permanecer en los Estados Unidos, existen obstáculos dentro del proceso de reunificación.

Si un menor entra a un sistema de cuidado de crianza, los padres deben satisfacer los requisitos de un plan sobre el bienestar de los menores para recuperar la custodia de sus hijos. Este plan puede requerirle a los padres que demuestren poder cumplir con las necesidades de salud y bienestar de sus hijos, incluso, para muchos de ellos a causa de su estado migratorio, no disponen de la ayuda de Medicaid, de los servicios para la salud mental, ni de la ayuda temporal para las familias necesitadas.

Con el paso del tiempo, los padres indocumentados que enfrentan obstáculos para obtener servicios o empleos debido a su estado migratorio, pueden perder de manera permanente la patria potestad, lo cual ocasiona que las agencias encargadas del bienestar infantil cuiden a sus hijos.

Una vez que los padres son deportados, los desafíos que se presentan para reunirse con sus hijos en los Estados Unidos son aún más grandes. En la mayoría de los casos, cuando los menores y sus padres son reunidos es sólo porque las embajadas extranjeras se han involucrado en el proceso. Algunos trabajadores sociales y jueces, creen que los hijos de los inmigrantes, ya deportados, se encuentran en mejores circunstancias dentro del sistema de cuidado de crianza en los Estados Unidos que con sus padres en otro país.

Un paso hacia una política más sensata se encuentra en el proyecto de ley que se presentó el año pasado al Congreso por una de nosotras (Roybal-Allard), titulada, La Ley Para Ayudar a Familias Separadas. La legislación, la cual será copatrocinada por la Congresista Bass cuando se presente nuevamente al Congreso entrante, dificultará mucho más la habilidad del gobierno de quitarle la patria potestad a un padre, debido soló a su estado migratorio, y permitirá que los niños que entran al sistema de cuidado de crianza sean colocados dentro de los mejores hogares para ellos, sin importar el estado migratorio de un posible tutor.

Esta legislación no terminará con todo el sufrimiento que el sistema descompuesto de inmigración les ha ocasionado a los menores y a las familias, pero empezamos con el pie derecho. Por demasiado tiempo, las voces más jóvenes y más vulnerables del debate de inmigración no se han tomado en cuenta.

Al final, la reforma migratoria no tendrá éxito si no protege a los menores, previene la separación de las familias y a la vez, le demuestra al mundo que los Estados Unidos habla en serio, cuando expresa la importancia de respetar los derechos humanos.

La Congresista Karen Bass (Demócrata de Los Ángeles) es la fundadora y copresidente de la Comisión del congreso sobre los jóvenes de cuidado de crianza, en el cual la congresista Lucille Roybal-Allard (Demócrata del Este de Los Ángeles) participa como miembro. Una versión de este artículo originalmente fue publicado en el diario Los Angeles Times el 11 de febrero, 2013 y se ha publicado con el permiso de los autores. 

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