Jóvenes soñadores del Sur de Los Ángeles celebran con cautela

19 Aug Jóvenes soñadores del Sur de Los Ángeles celebran con cautela

Por Carla María Guerrero

A fines de los años de 1990 Carlos León, un estudiante de primer año de la preparatoria Fremont High School, buscaba un milagro. Un inmigrante indocumentado que llegó de México a los nueve años, él soñaba con asistir un día a la universidad. Un joven determinado, formuló un plan: destacarse en la preparatoria y actividades extraescolares y quizás tendría una oportunidad de lograr su sueño.

Con un promedio académico de 4.0, aprobó todos sus exámenes avanzados (AP), fue presidente de la escuela, y empezó a tomar cursos en el colegio comunitario. Aplicó a 12 universidades y fue aceptado a todas. Pero al llegar al último año de preparatoria se topó con una cruel realidad: no podía asistir a una universidad de cuatro años. No podía pagar la matrícula.

Hoy, más de una década después León celebra con cautela el anuncio de acción diferida por el Presidente Barack Obama – un programa de alivio administrativo anunciado el 15 de junio que concede una protección temporal contra la deportación de jóvenes indocumentados que cumplen con ciertos requisitos (vea la nota abajo para los requisitos).

Se calcula que entre 100 mil a 125 mil jóvenes indocumentados en Los Ángeles y 1,4 millones en el país podrían beneficiarse de la acción diferida, según Carlos Amador, coordinador del Dream Resource Center en el UCLA Labor Center.

El anuncio de este programa es una victoria que llega tras un amplio trabajo de organización en Estados Unidos de parte de los jóvenes soñadores que han estado promoviendo una ley federal para conceder ciudadanía a jóvenes indocumentados.

Viviendo con incertidumbre
Después de terminar la preparatoria, León pudo asistir al colegio comunitario pagando la matrícula trabajando dos o tres trabajos cada semestre.

Duró cinco años antes de poder transferirse a la universidad estatal Cal State Long Beach.

Durante esos cinco años conoció a su futura esposa y en el 2008, su ultimo año en la universidad mientras se preparaba para tomar su examenes finales, fallece su padre. Durante este tiempo, la constante incertidumbre de vivir sin papeles y el miedo de ser separado de su familia y amigos lo llevó a distanciarse emocionalmente de ellos. Despúes de que murió su padre, empezó a reconctarse.

El anuncio del programa de acción diferida del Presidente Obama lo hace sentir una esperanza cautelosa.

“Me dan escalofríos [sólo] pensar en eso porque yo no me he dado el lujo de pensar más alla de lo inmediato. Siempre vivo con el temor que en cualquier momento me puedan deportar y podría ser separado de mi esposa y mi hija de dos años”.

Creer en el progreso
Zyshia Williams está en su tercer año en la Universidad de California en Los Angeles, UCLA por sus siglas en ingles estudiando desarrollo internacional. Originaria de Belice, llegó a los Estados Unidos a los diez años para reunirse con su madre soltera, con quién no había vivido desde que era bebe.

Ella se mudo y sigue viviendo en el Sur de Los Ángeles a sólo dos cuadras de la Universidad del Sur de California. En la preparatoria sobresalió en todas sus materias para mejorar sus posibilidades de ser aceptada a las mejores universidades.

“Conocía la historia de Estados Unidos, es una tierra de inmigrantes. Todos son inmigrantes, hasta alguien como [Andrew] Carnegie [quien empezó la industria de acero]”, dijo Williams. “Ser inmigrante nunca impidió su éxito. Y creí en eso hasta el onceavo grado”.

Fue entonces que ella se dio cuenta que no tener documentos iba a ser un obstáculo para lograr su sueño de asistir a la universidad. “Me sentí tan ingenua. Sentí que había trabajado tanto para nada. Lloré y me deprimí”, dijo Williams.

Pero se negó a resignarse. “Con noticias como la aprobación del Dream Act de California, me di cuenta que aunque existe discriminación en este país, también existen cambios y progreso en la historia estadounidense. Sé que las cosas cambiarán”, dijo. Williams fue a Sacramento para presionar a los funcionarios a favor del Dream Act de California, que se aprobó en el 2011 y permite a estudiantes universitarios indocumentados a recibir ayuda financiera estatal.

Al igual que León, Williams ha tenido que trabajar para pagar por sus estudios. Trabaja mientras estudia y ha solicitado muchas becas privadas.

“[La acción diferida] me da esperanza, pero sigo esperando un cambio a largo plazo”, dijo Williams. “Estoy feliz porque me ayudará a conseguir un trabajo después de la universidad, sin miedo. Sé que no me concede la ciudadanía, pero es un paso hacia adelante”.

Carla María Guerrero es asistente de comunicaciones en Community Coalition.

Requisitos para beneficiarse de la acción diferida:

  • Haber llegado a los Estados Unidos antes de los 16 años;
  • Haber vivido continuamente en este país cinco años antes del 15 de junio del 2012;
  • Estar matriculado actualmente en la escuela, u haberse graduado de la preparatoria; u obtenido un GRE; o licenciamiento honroso de las fuerzas armadas o de la guardacosta;
  • No tener condenas por delitos graves, delitos menores serios o múltiples delitos menores;
  • Haber nacido el 16 de junio de 1981 o despúes.

Recursos para jóvenes indocumentados:

Asian Pacific American Legal Center
www.APALC.org

California Dream Network
http://www.cadreamnetwork.org

Dream Team LA
www.dreamteamla.org

IDEAS at UCLA
http://ideasla.org

NAKASEC
http://nakasec.org

Orange County Dream Team
http://istillhaveadream.org/

United We Dream
www.UnitedWeDream.org

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