Nueva mayoría en California

04 Apr Nueva mayoría en California

Por Jung Hee Choi y Satish Kunisi

Cientos de voluntarios se dirigieron a todos los rincones de California el noviembre pasado para tocar las puertas y platicar con sus vecinos sobre de la importancia de aprobar la proposición 30.

Por primera vez en diez años, los californianos no enfrentan terribles recortes al presupuesto de la educación y otros servicios vitales. En lugar de aumentos en las tazas de matriculación este año, estudiantes de la Universidad Estatal de California están recibiendo reembolsos. En lugar de anuncios de despido a maestros, las escuelas públicas están recibiendo fondos adicionales. Gracias a la Propuesta 30, una iniciativa de impuestos aprobada por los votantes en noviembre del año pasado, generara $7 billones en nuevos ingresos, los legisladores están considerando aumentar los gastos estatales en un 5%, principalmente para la educación y Medi-Cal.

Considerando que hace apenas tres años el estado enfrentaba un déficit presupuestario de $42 mil millones, muchos medios nacionales están anunciando un “milagro cívico” – dando mucho crédito en la recuperación económica al liderazgo del Gobernador Jerry Brown al promover la aprobación de la Propuesta 30.

Sí es mejor, ¿pero un milagro? No creo, dicen los organizadores comunitarios y sindicatos en California que promovieron la inclusión de la Propuesta 30 en la boleta y se movilizaron en una de las campañas de base más grandes en la historia del estado para lograr su aprobación.

Ningún milagro

“La Propuesta 30 fue el producto de la organización durante muchos años y el arduo trabajo de hablar con decenas de miles de votantes uno por uno durante y entre varios ciclos electorales para tratar de comprender sus preocupaciones y motivaciones”, dijo Anthony Thigpenn, un organizador y el presidente de California Calls, una alianza de treintaiún organizaciones comunitarias en todo el estado que se enfocan en la reforma impositiva y fiscal. “Sabíamos que si podíamos inspirar a 15% de las personas que votan con poca frecuencia en doce condados claves, ellos podrían hacer la diferencia decisiva”.

La Propuesta 30, aumentó los impuestos a los más  ricos y también impuso un impuesto pequeño sobre la venta, fue aprobada con un 55% del voto – un margen de ganancia que pocos imaginaban, reconoció Sabrina Smith, directora asistente de California Calls.

Desde que se aprobó la Propuesta 13 en 1978, que puso un tope a las tasas de impuestos sobre propiedades comerciales y residenciales y aseguró la paralización legislativa siempre que se hablaba de aumentar los impuestos, el estado ha enfrentado un déficit presupuestario crónico, dijo Smith. La Propuesta 13 creó un clima fuerte en contra de los impuestos que duró décadas.

Cuando la Gran Recesión golpeó al estado y cayeron drásticamente los ingresos, “Nos encontramos en una caja sin salida. Los recortes fueron la única solución”, dijo Smith. “Hasta nuestros amigos progresistas en la legislatura estaban proponiendo recortes. Se enfrentaban temas [como financiamientos para educación en contra de la atención de salud para niños de familias de bajos ingresos].”

“California se encontró en una encrucijada”, dijo Smith. “¿Íbamos a promover políticas que dividían y dañaban a nuestras comunidades? ¿O íbamos a promover un nuevo alineamiento progresista que unía a la gente?

Nueva base de poder

Los líderes de California Calls, junto con su socio sindical, la Federación de Maestros de California, consideró la elección presidencial del 2012 como una oportunidad para presentar una iniciativa a los votantes que pudiera subir los impuestos para los residentes más ricos de California. La propuesta luego se juntaría con otra que apoyaba el gobernador, para eventualmente convertirse en la Propuesta 30.

La victoria de esta iniciativa se debió en gran parte a la estrategia de movilizar a los votantes de base. La alianza se enfocó en llegar y lograr la participación de votantes que generalmente quedan al margen de las campañas electorales grandes – los jóvenes, los recién nacionalizados, minorias y residentes de bajos ingresos. Los organizadores se enfocaron en estos grupos en las áreas tradicionales de progresistas como Los Ángeles y el Área de la Bahía, así como en nuevos lugares en disputa como comunidades rurales y que han pasado por grandes cambios demográficos.

En 2008, las minorias constituían el 60% de la población estatal pero sólo el 37% de los que acudían a las urnas electorales, según California Calls. En la mayoría de las elecciones los votantes tienden ser blancos, mayores, dueños de casa de clase media y alta.

Smith explicó que “nosotros pensamos que si podríamos activar, inspirar y ampliar el electorado a aquellos que generalmente no son el enfoque de campañas formales, ellos podrían ser decisivos”.

La estrategia dio resultados. En el 2012, las minorias eran el 44% de los californianos que votaron, según las encuestas de salida. El porcentaje de jóvenes y residentes de bajos ingresos que fueron a votar también aumentó notablemente. En general, las minorias apoyaron a la Propuesta 30.

Las organizaciones como Community Coalition, SCOPE, InnerCity Struggle, Asian Pacific Environmental Network, Oakland Rising, Central Coast Alliance United for A Sustainable Economy, y Communities for a New California, hablaron con más de 400 mil votantes de trece condados. Más del 80% de las personas que apoyan California Calls fueron a votar en noviembre y constituyeron más del 6% de los que apoyaron a la Propuesta 30. Los expertos creen que la aprobación de la Propuesta 30 revela  un cambio de actitudes sobre el gobierno entre los votantes de base, y la demografía  de esta base está transformándose.

“Este nuevo electorado se da cuenta que el gobierno juega un papel importante en hacer que las cosas sean justas y crear oportunidades y que las personas tienen que ponerse de pie y aprovechar estas oportunidades”, dijo el profesor Manuel Pastor, director del Programa para la Equidad Ambiental y Regional de USC. “Ese mensaje inspirador le llega mucho a los afroamericanos, latinos y asiáticos. Y también le llega a los votantes blancos jóvenes que se dan cuenta después de la Gran Recesión que el gobierno debe asegurar que las oportunidades económicas le corresponden y están disponibles a todas las personas”.

El poder de un nuevo electorado emergente y creciente y el impacto decisivo que tuvieron las comunidades  de color en noviembre, hacen sentir optimistas a los organizadores como Pablo Rodriguez de Communities for a New California. Pronto “nosotros podremos dejar de decir que California está cambiando y podremos decir que ya cambió”, dijo.

Kunisi es el coordinador de comunicaciones para Strategic Concepts in Organizing and Policy Education (SCOPE) y Choi es la directora de comunicaciones en Community Coalition.

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